Productos que duran
¿Ha mirado alguna vez el fondo de los recipientes de plástico que contienen ositos de goma, galletas o barquillos? Casi nadie lo hace, pero si un día se decide a mirar, puede que descubra allí el nombre de un fabricante alemán que ha elegido un inteligente sistema de aprovisionamiento de aire comprimido que tal vez le interese.
Al mirar el fondo del recipiente de plástico, puede que encuentre el logotipo del fabricante alemán Fürst. Se trata de una empresa familiar que va por la tercera generación, con sede central en Hallendorf y subsidiarias en Francia. Hace poco, Fürst quiso certificarse acorde a la directiva de gestión de energía ISO 50001, y para hacerlo tuvo que examinar, modernizar y mejorar todos sus procesos internos. El resultado de los cambios ha sido un gran ahorro en los costos. Durante el proceso de certificación se modernizó también la estación de compresores. Además de gastar mucho menos en energía, la empresa está preparada ahora para la Industrie 4.0.
Altísimas exigencias de calidad y de eficiencia
Fürst fabrica recipientes de plástico para la industria de la alimentación por el procedimiento de moldeado por inyección. Sus exigencias de calidad de los productos y de todo el proceso de fabricación son muy altas. Al mismo tiempo, producir en Alemania significa tener que buscar la eficiencia máxima para poder competir en el mercado internacional de los recipientes.
Nadja Fürst es la hija de la actual propietaria de la empresa, es decir, pertenece la cuarta generación de esta empresa familiar, lista para arrancar. En el trabajo, se dedica a la gestión de la calidad. “La calidad es una de nuestras prioridades, igual que la durabilidad de los productos”, nos explica. “Y no solo en nuestros productos, sino también en el proceso de fabricación. Del mismo modo que perseguimos que nuestros recipientes sean resistentes al lavaplatos y reutilizables para que tengan una larga vida, en su proceso de fabricación procuramos también cuidar los recursos”.
El aire comprimido como actor principal
El aire comprimido es omnipresente en la planta de fabricación de Fürst. Interviene en todos los pasos, desde el transporte del material hasta el soplado y extracción de las piezas terminadas. También se usa como vacío. Al tratarse de un actor tan importante en la producción, el aire comprimido es un factor importantísimo en los cálculos. Por esa razón, Nadja Fürst quería un sistema de producción de aire comprimido que redujera los costos pero que garantizase al mismo tiempo confiabilidad y un alto nivel de calidad.
Tras una auditoría exhaustiva de aire comprimido que permitió determinar en detalle las necesidades de la empresa, la estación de aire comprimido de Fürst se concibió con una tecnología de vanguardia que garantizaba todas las características que debe ofrecer una estación de compresores moderna. Por supuesto, la confiabilidad en la producción de un aire comprimido de alta calidad era vital para diseñar un sistema eficiente y que ayudase a reducir los costos.
Aprovechamiento de todo el potencial gracias a SIGMA AIR MANAGER 4.0
La instalación de un compresor nuevo, adaptado a la demanda de aire comprimido real, supuso una gran mejora de la eficiencia, y la presencia de un sistema de mantenimiento de la presión ayuda a asegurar de manera ininterrumpida la alta calidad del aire comprimido.
Antes de las reformas, la estación de compresores de Fürst no contaba con un controlador maestro. La instalación de un Sigma Air Manager 4.0 (SAM 4.0) permitía aprovechar nuevos potenciales, como la mejora de la eficiencia, las posibilidades de conexión a la red y el control en el contexto de la Industrie 4.0, con posibilidad de realizar un mantenimiento preventivo.
Los compresores y componentes para tratamiento de aire comprimido con controladores industriales integrados y con la posibilidad de transmitir todos los datos a un controlador superior, constituyen la base para ese funcionamiento perfecto. El controlador maestro SAM 4.0 vigila al mismo tiempo los componentes del sistema y las condiciones ambientales y de producción, de manera que es capaz de ajustar perfectamente la cantidad de aire comprimido que se produce a las necesidades reales. Además, optimiza, entre otras cosas, la calidad de la presión, ajusta automáticamente el caudal de la estación de compresores en caso de fluctuaciones de consumo, optimiza de forma general la eficiencia teniendo en cuenta en las pérdidas de regulación, las pérdidas de conmutación y la flexibilidad de la presión, y prepara la estación de aire comprimido para operaciones de asistencia técnica futuras, como el mantenimiento preventivo (Predictive Maintenance). Además, el controlador permite el diagnóstico remoto. Es decir, que si el usuario lo desea, es posible enviar continuamente los datos al centro de datos del fabricante y monitorizarlos. El controlador de alto nivel analiza automáticamente la situación real, envía un mensaje al equipo de asistencia técnica, directamente al técnico de instalación local o al centro de datos.
Todo esto aumenta la seguridad operativa y la eficiencia, a la vez que reduce los costos de energía y del ciclo de vida total.
Además, el controlador maestro está diseñado para adaptarse a un posible crecimiento de la estación de compresores. Una sencilla actualización del software permite realizar ampliaciones sin tener que invertir en hardware nuevo. Los nuevos componentes de la estación se conectan simplemente a través de la SIGMA NETWORK, basada en Ethernet, al controlador maestro SAM 4.0 e integrarse en la Industrie 4.0.
Ahorro de energía gracias a la recuperación del calor
Las medidas acometidas significan un ahorro de electricidad de unos 14 500 USD al año.
La nueva estación de aire comprimido permite a Fürst por primera vez utilizar la recuperación de calor. El calor irradiado por los compresores permite alimentar el sistema de calefacción del edificio de oficinas, y por tanto, ahorrar el fuel oil que se consumía antes para ese fin. Así se ahorran otros 5 400 USD al año.
Nadja Fürst está muy satisfecha con la nueva instalación y ya piensa en las próximas mejoras. “Al fin y al cabo somos nosotros quienes decidimos cómo gestionar los productos y los recursos”, nos dice. “La elección entre tirar los productos o reutilizarlos, cómo fabricarlos y cómo cuidamos los recursos – la sostenibilidad empieza en nuestra cabeza”.
Aquí se llega a los productos: