Coburg – Mucho espacio y luz para nuevas ideas e innovaciones: eso es lo que ofrece el edificio recién terminado. Hasta ahora, algunos departamentos que trabajan juntos estaban repartidos por las dependencias de la empresa, y además, el espacio se les estaba quedando pequeño. Por eso, en septiembre de 2015 se puso la primera piedra de un nuevo edificio que debía convertirse en el Centro de Investigación e Innovación. “Allí, los empleados podrán trabajar hombro con hombro y comunicarse mejor, lo cual dará pie a nuevas ideas y a más innovación, de forma constante y con objetivos específicos”, ha declarado Thomas Kaeser, director general de la empresa.
El edificio brilla por su diseño abierto y transparente, con gran profusión de vidrio. Las grandes dimensiones de sus oficinas están adaptadas a las necesidades de los empleados y se guardan en la manga la posibilidad de cambiar en un futuro. Compras estratégicas, Marketing estratégico de productos y Desarrollo técnico de productos ya se han instalado en su interior.
El detalle arquitectónico más sobresaliente del edificio es la doble escalera de caracol que comunica las seis plantas. Está inspirada en el Perfil Sigma de los rotores de tornillo, que ha tenido un papel decisivo en el éxito empresarial de Kaeser. Los rotores de los tornillos son dos espirales que engranan perfectamente entre sí y que forman el componente principal de los compresores para atrapar el aire atmosférico y convertirlo en aire comprimido. Kaeser diseñó en la década de los 70 la primera versión de estos rotores, que destacaba por su eficiencia energética y que se ha ido mejorando hasta hoy gracias al trabajo de desarrollo de todos estos años. Thomas Kaeser: “La innovación es primordial para nosotros. Los que siguen desarrollándose, permanecen abiertos a nuevas ideas y las impulsan, son los artífices del futuro. Y el futuro de Kaeser debe ser tan próspero como lo ha sido su pasado y es su presente”.
La climatización del edificio es igual de innovadora. Los radiadores de calefacción, por ejemplo, han desaparecido. En su lugar, un sistema de ventilación procedente del techo distribuye calor o frío según la temperatura que haga fuera.
En la construcción del edificio han participado principalmente empresas de la región.
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